mayo 02, 2009

Recordar... para olvidar.

Sábado 2 Mayo. 23.13hrs.


Hoy es una noche mas helada de lo común. Esta vez, las cortinas están cerradas, e impiden que vea con normalidad y como es de costumbre, el mundo externo a mi habitación. Sin embargo, un pequeño espacio se logra hacer presente entre ambos bordes mediales de las cortinas. Una capa de neblina cubre Las Condes y sus alrededores. Las luces que una vez llegaron a ser cientas, hoy sólo son decenas. El transcurso del día me fue extraño, algo desganado, y lo mismo fue la tarde, y mas tarde, hasta llegar la noche, y este momento. Al parecer, últimamente he pensado con menor frecuencia en aquello que alguna vez me mantuvo en tristeza, que me mantuvo cautivo. Pero creo que hoy era el día en que debía recordar cierto episodio, muy desagradable y ácido, que me permitiría olvidar algo, y alguien... Hoy es el día en que con dolor, hay que dar vuelta la página de algo que alguna vez fue el mejor momento de mi vida, y que hoy quedó en nada, y es nada. Es el instante en que hay que dejar atrás todos esos recuerdos, que de a poco se irán desvaneciendo de mi mente, hasta no recordar nada. Honestamente, no quería... no quería hacer esto. No lo veía necesario, no le veía alguna utilidad, algun fin... Pues, no existe alguna otra alternativa real para este asunto. Dentro de algunos instantes mas, una cuenta regresiva aparecerá en mi mente y comenzará el conteo, de 10 a 0. En ese entonces, ya no habrá marcha atrás. Será como haber cambiado de estación, o haber pasado de vacaciones a período de estudios, por muy estúpido que haya sonado. Es... algo triste todo esto, puede que a simple vista no lo parezca, pero en carne propia sí lo es. Un tropezón más en mi vida del cual logro ponerme de pie, mirar hacia en frente y seguir mi marcha, mi camino, mi rumbo, el que siempre he seguido. Despues de que haya concluído la cuenta regresiva, y antes de dormir profundamente con la ayuda de un pequeño y relajante fármaco, le preguntaré a Dios el por qué de todo esto, por qué todo salió mal, por qué todo fue así, por qué hay gente en este mundo que quiere impedir la felicidad del otro. Nunca había caído, nunca me habían derrumbado de la manera en que ese día ocurrió la desgracia mas acongojante de mi existencia. Desgracia que hoy, hace un rato atrás, reviví en lectura... en esa conversación. Es... la impotencia de no haber podido salir airoso en ese momento. Quien sabe que sería de mi y de ella en estos momentos. Prefiero no imaginarlo tampoco, no valdría la pena, no tendría sentido alguno. No es oportuno en este momento. Innecesario. Antes de caer en sueño y mantener mis párpados cerrados hasta el día siguiente, le pediré a Él por tí, como solía hacerlo noche tras noche, por última vez. Puede que sea una noche un tanto emotiva, un tanto distinta, con un sabor distinto. Pero esa noche, será la última en que te veré en imágenes. Cuando haya despertado, te habrás ido de mis pensamientos, te habrás ido, para siempre. Habré dado vuelta la página, y habrá concluído una historia que comenzó de una manera dulce y feliz, y que concluye con un final triste, muy triste. Habrá sido entonces una de las pocas historias que no concluyó con un final feliz, en donde el mal triunfó vilmente sobre el bien, y que acabó con toda esperanza e ilusión. Que apagó la última chispa que día tras día luchaba por no extinguirse y que tarde o temprano, llegaría a su última batalla, en la cual no vería otra alternativa mas que su inminente deceso. Y así, la tinta de la pluma escribió su última palabra: "Fin".

1 comentario:

Daniel Zuñiga dijo...

yo tambien me pregunto lo mismo... porque siempre hay alguien que no quiere que uno sea feliz.. y no es que sea a ti es para todos....
porque si todos queremos un mundo ideal no se puede realizar?
porque si todos ponemos fuerzas en algo , otra cosa impide que se realice?
pero tranquilo, mañana saldrà el sol y si no lo hace , lo tendrà que volver a hacer otro dia.. pues nadie le pregunto si queria o no volver a salir..