Domingo 24, Mayo. 18.19hrs
Llegas un momento en donde necesitas explotar, sacar toda la mierda que acumulaste durante un tiempo. No te gusta desperdiciar lágrimas, entonces te contienes, y sigues conteniendo. Pero no las puedes guardar durante tanto tiempo. Es en ese preciso instante, cuando se desencadena un mínimo accidente, o algo, y expulsas todo, te liberas, gritas desde tus entrañas, y luego te sientes un poco mejor. Hoy fue un día de esos... Soy de aquellas personas capaces de contenerse, acumular y seguir acumulando, que ocupa el máximo de su capacidad, hasta que llega el punto de liberar todo. Muertes repentinas, malas jugadas de la vida, intentos frustrados, y el momento clave en el que por fin, durante tanto tiempo, acumulaste aquellos malos momentos, que merecían lágrimas pero que te las guardaste, en el alma, en el corazón, en la mente. Sólo queda preguntar, ¿por qué nos ocurre esto? ¿Hemos hecho algo mal, o tal vez lo hicimos bien? ¿Para qué a nosotros? Muchos me preguntan por qué me contengo, y no sé como responderles. No se me ocurre. Si les dijera, les mentiría. Pero a la vez, al no responderles, también les miento. La vida me ha enseñado mucho, pero poco y nada termino aplicando aquellas enseñanzas. Decidí desde hoy congelar mi corazón en el témpano mas frío que pueda existir. Y para luego forrarlo en el metal mas indestructible. La única enseñanza que puedo extraer al respecto, es que desde hoy seré una persona menos expresiva, mas reservada, mas desconfiada, menos cálida. He dado mucho, pero he recibido poco. Algo un tanto injusto, pero es algo a lo cual no le hayé mas remedio. A quienes les brindas todo tu cariño, apoyo y confianza, terminan dándote la espalda cuando mas los necesitas. Estuviste ahí para ellos, pero ellos no estuvieron allí para ayudarte. Cada vez que ocurrió eso, mi bomba del porte de un puño se congelaba más y más, hasta que llegó a lo que hoy terminó llegando. Perdón. De verdad. Cuando conozca a alguien que me de todo lo que alguna vez dí en mi corta vida, será entonces cuando aquél capa de metal indestructible termine desintegrándose, y será entonces cuando mi congelado corazón, pueda seguir latiendo con normalidad, y logre derretir el tan helado témpano en el que se encuentra. Ese día, no sé cuando llegará, no lo quiero imaginar, tampoco pensar, no vale la pena. Pero sé que ese día llegará tarde o temprano. Si tengo que esperar la misma eternidad, lo haré, pues toda mi vida he esperado por algo que nunca (con excepción de una sola vez) ha llegado. Por ahora, solo me queda vivir, seguir respirando el mismo aire que he respirado, seguiré haciendo lo que siempre he hecho, seguiré soñando lo que siempre he soñado, y seguiré amando lo que nunca he logrado amar...
mayo 24, 2009
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2 comentarios:
yo he pasado por lo que tú estás pasando y no es cómodo para nada, una amiga se perdió mi amistad por una cosa tan estupida y cuando mas ella me necesito ahí estaba yo dándole animo y alegrías y cuando yo mas la necesite me dio la espalda de una forma tan fría que me di cuenta que no estoy para perder tiempo, mi amistad esta ahí el que quiera la toma, acerca de aguantarse no es bueno, para nada, cuando no puedes llorar eso pasa a ser rabia y la rabia afecta el cerebro y pasan a ser stress y cansancio, no, no es bueno, pero es tu forma de vivir la cuál respeto, pero tomate un tiempo, alejarse o bloquearse a la larga trae mas dificultades para volver, cuida lo que mas amas y ama lo que mas deseas.
Suerte y ánimo
Creo que el contenerme prácticamente lo hice un estilo de vida. Al parecer así funciono mejor, y puede resultar algo ilógico en verdad. Y claro, ciertas situaciones te provocan stress, pero eso es algo que ya tengo dominado, realizando algunas actividades :P
ajajaj.
Saludos también!
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