marzo 30, 2009

No todo es una mierda...

Así es. A veces pensamos que todos los días son grises, que no saldrá el sol, que nos llueve encima, que tenemos "mala suerte" ( no existe la suerte... ), en pocas palabras... que todo es una mierda. Pues creo que no. Semana del 23-29/03, probablemente la mejor que he tenido...
Comenzando con una buena nota en aquello llamado Universidad. Seguido de un día viernes, en una buena ubicación para ver a Radiohead, sin olvidar la gracia de Dios al enviarme unos $10.000 que no esperaba ese día ( andaba sin dinero ese día ). Concierto espectacular, tocaron las canciones que quería. A eso se le suma la vigilia en el Hotel Hyatt ( unas 5 hrs de aburrimiento, entretención, ocio y conversaciones imbéciles que sirvieron para pasar el rato y disfrutar la madrugada ) y la obtención de 3 autógrafos de 3 miembros de Radiohead ( Thom, Ed y Phil ), ademas de sacarme una foto con Phil y haberlos saludado de la mano como corresponde. Por si fuera poco, también saludé a Kraftwerk ( banda telonera alemana ), gané un partido ( no entraré en detalles mayores ) y ganó Chile 1-3 a Perú. En resumidas cuentas, semana PERFECTA. Hubiera sido mejor aun si hubiese ocurrido algo ( que ya prácticamente no sé por qué lo recuerdo, pero seguramente es por sentimientos que aun permanecen ), una señal de vida tal vez. Me faltó jugar un Loto y un Kino, jajaja.

En fin, el mundo me sonríe de alguna u otra manera, algunas bastante inesperadas. Falta que me sonría en un último plano, aquel que te mantiene vivo y con eso, sinceramente, no podría pedir mas. Un ser humano completamente feliz, que lo tiene todo, excepto algo llamado Amor.

marzo 24, 2009

Mi propia conciencia...


Eran algo asi como las 2am ( un poco mas tarde tal vez ), no lograba conciliar el sueño, ni siquiera con aquellas pastillas para dormir. Estaba inquieto, estado de insomnia, arritmia. En eso, mi propia conciencia se aparece, como si fuera una luz divina. Conversamos y conversamos, hablamos de la vida, de las experiencias, de los errores que me han estado convirtiéndo en un ser frágil ( psicológicamente hablando ). Esa misma conciencia fue quien me tomó de una mano y logró sacarme de una profundidad absoluta, de un vacío absoluto, de un agujero negro, ciego. Fue esa misma conciencia quien me dio un golpe anímico, quien me dijo que a veces debemos dar un paso al costado, resignándonos a ciertos hechos ya ocurridos, pasados, muertos, enterrados. Como también me dijo que debemos seguir dando un paso al frente. Comprendí entonces que ese paso es el que debo dar en este nuevo año, debo seguir mi camino, no extraviarme, no perderme, no desviarme, no desvirtuarme. A veces para avanzar, hay que retroceder. La grandeza requiere de sacrificios. Duele, pero hay que seguir adelante. Es cierto que aquellas experiencias que producen dolor nos fortalecen, resiliencia creo que es el término, es indiferente por ahora buscarle otro significado, pero al fin y al cabo, lo que no mata te fortalece. Aquella conciencia en aquella madrugada por fin logró abrir los ojos que durante un tiempo permanecieron cerrados. Aquella conciencia consiguió desaferrarme de esa pequeña cuota de esperanza de la cual no lograba ni quería soltarme, como si fuera una especie de espina en un pulpejo. Aquél fue mi paso que dí hacia atrás, pero con el fin de seguir avanzando y madurando en esta vida. La vida está llena de sorpresas, puede que mañana me de aquella de las buenas, o puede que me de una de las malas. Esa conciencia, logró un impacto en mi, y es hora de seguirla. Es hora de seguir con lo mío, seguir viviendo, seguir luchando, seguir valorando a quienes están a mi alrededor y recordar a quienes ya no lo están, recordar buenas experiencias y buenos momentos, desechar aquellos momentos que en mas de alguna ocasión, lograron acongojarnos, creando una angustia duradera durante el transcurso del día.

Hoy, es hora de seguir viviendo...

marzo 19, 2009

Minutes to midnight

(Lunes, 16. 23.45)

Cuando un sentimiento se hace profundo, el pensar se torna inevitable y el olvidar imposible, entonces por fin logras darte cuenta de lo mucho que aquella persona ha tocado en tu corazón. Es cierto, el mundo dice que nada es para siempre, pero ¿alguna vez pensaste que algo duraría tan poco? No. No estabas preparado para ese entonces. No estabas preparado para todo lo que se avecinaría. No estabas preparado para un impacto tan profundo[...]
Amor... es... algo efímero que intentamos hacer que perdure en el tiempo, perenne, sempiterno.
Amor... es... aceptar a aquella persona, con sus defectos y virtudes, sin importar nada mas, sin importar las consecuencias.
Amor... es... algo que te mantiene vivo, aunque por fuera estés muriendo.
Amar... es... algo que con poca frecuencia he demostrado a través de los días, algo que con poca frecuencia he hecho en mi vida, pero de la única vez que lo hice, jamás creí sentirme tan vivo. Si tanto amamos, si realmente amamos a aquella persona que nos hace sentir tan bien, ¿Debemo dejar ir a esa persona, aunque nos duela hasta el alma? Si amar es aceptar, ¿debemos aceptar tal dilema como ese? Cuesta aceptar tal acto, dejar ir a esa persona que te hizo sentir tan especial, cuesta unn vida misma. Cuesta aceptar que hay que dejar ir a alguien, cuesta dejarla ir. Crees haber hecho lo correcto, haber hecho todo lo que estaba a tu alcanze, crees haber hecho hasta lo imposible, tal vez no. Aunque desearías escuchar de sus labios que estoy equivocado. Anhelas escuchar una vez mas su voz antes de marcharte de su vida, para siempre, o por un tiempo, un buen tiempo, quién sabe cuánto. Anhelaste tanto ser aquel que tanto soñaste y que ahora esos sueños ya no serán mas. Anhelaste haber sido ese apoyo en sus momentos más difíciles, en sus días mas grises. Anhelo haber sido ese consuelo que tanto necesitaste. La anhelaste, la soñaste, y ahora, con ese dolor que clava como espina, con ese dolor de cada milímetro de tu corazón, debes dejarla ir. Si, es hora de comprender al destino, o esa inexplicable Voluntad de Dios. Es hora de comprender lo incomprendible que es el amor. Recordar con alegría aquellos momentos vividos, y con tristeza aquellos que nunca vinieron, que no se asomarón y que no podrán, que nunca se lograron vivir. Recordar con alegría cada melodía entonada y con melancolía las que nunca brotaron de vuestras voces. Es hora, de agotar las palabras. Es hora de agotar los gestos. Agotar los pensamientos. Es hora, de agotar las esperanzas que estuvieron y que nunca dieron su fruto. Es hora... de agotar... el amor.

marzo 16, 2009

Midnight Thoughts ( Pt II )


00.15
En su pieza sin luz, yacía acostado en su cama. Numerosos intentos por conciliar el sueño parecían ser en vano.Miraba hacia el techo, sin ver nada. Simplemente, imaginaba que era lo que había ahí: la nada. Su aparente razón de faltade sueño parecía evidente. Mientras miraba fijamente el techo, recordó su último sueño, con angustia. Deseaba a ratos que hubiese sido de verdad. Deseaba estar en ese momento en aquel sueño. Imposible. Sun inconciente la recordaba una y otra vez.Su mente impedía olvidarla, él tampoco quería. Reaccionó, y salió de la cama por un momento, caminó en dirección a su amplio ventanal y abrió ambas cortinas verdes. Disfrutaba apoyarse en las barandas y ver los autos pasar a esa hora, así como también el viento que golpeaba en su rostro. Dirigió su mirada en dirección a la Medialuna, cuyo resplandor lo asemejaba a los ojos de ella. Mirada penetrante, momentos mágicos, sensación de paz. Una vez que agotó la fortaleza de sus piernas para seguir en pie, cerró un poco la ventana y fue de nuevo a su lecho de soledad. Esta vez, su mirada descansaba en dirección a la almohada, su confidente. Pensaba, pensaba, pensaba. Qué hacer? Cómo? Cuando? Era eso posible? Su mente parecía estar en cada instante mas confundida. Nada estaba claro, excepto la imagen que conservaba de ella al sonreir, angelical. Lo único que pareciese estar de manera nítida. Y era lo único que prefería conservar, no necesitaba más, pues en ella lo había encontrado todo. Le faltaba amenizar esos momentos de pensamientos. Notó que su computador permanecía prendido, había olvidado apagarlo, por suerte. Buscó en Winamp y programó una serie de canciones acordes al momento: Damien Rice. Se acostó nuevamente. Extrañaba la manera en que su corazón latía al estar junto a ella, extrañaba suspirar de una manera sumamente profunda, extrañaba su aroma, caricias y besos. Extrañaba momentos, aquellos momentos en donde la perfección era posible. Extrañaba extrañar. Delicate sonaba en ese momento. La cantaba para sí mismo, y también como si fuese para ella. Todo le recordaba a ella, canciones, gestos, imágenes, un dibujo, insólitamente hasta una estación de metro. Inquieto, salió nuevamente de su cama. Esta vez, fue en dirección a una especie de altar que permanecía en su mueble. Arrodillado, imaginó mirar la figura de Jesús. Pedirle a Dios en ese momento, para él, era mucho. No se sentía en condiciones de hacerlo, moría de ganas, pero no lo hacía. Tal vez por criterio o sentido común. Habrá estado un par de minutos, se puso de pie nuevamente. Y se dirigió nuevamente hacia la ventana. Su mente permanecía tan inquieta como su fatigado cuerpo. Una vez más miró a la Luna, silenciosamente le dijo un par de palabras y se acostó. Le rezó a Dios y una vez terminada la oración cerró sus ojos, con la esperanza de verla una vez mas en sueños, el único lugar donde tal vez podría tenerla cerca, y sentirla de nuevo.

marzo 08, 2009

Midnight Thoughts ( Pt. I )


0.26


Abrió la cajetilla y agarró un cigarro, caminó hacia la ventana, observó el paisaje y luego lo prendió.
Recordó un par de momentos, sonrió tenuemente. Entre luces y humo de cigarro su mente yacía ahí, intentado comprender ciertas cosas. No habían explicaciones lógicas, no las encontró, no pudo, por mas que quisiera. Pero en el fondo de su espinado corazón sí las había, si existía esa razón. Asimilaba con el corazón, no con la mente, con dolor. A ratos, su mente lograba quedar en blanco, involuntariamente, mientras contemplaba los autos iluminados pasar. Su mente poco a poco se consumía. Su cigarro también, se convertía en cenizas que el templado viento las dejaba llevar. Sentimientos lentamente afloraban, sentimientos de culpa, rabia e impotencia, apaciguados con dulzura, alegría y paz. Miraba aquél estrellado cielo, una luna radiante, y una nova brillante, Venus. Se preguntó si ella estaría haciendo lo mismo. Rió, contestándose la pregunta, era obvia. Era como si su mente automáticamente respondiera por él. Entre tantos pensamientos, la noche avanzaba. El andar de los solitarios autos hacía lo mismo. Volteó su cabeza hacia el escritorio, en busca de algo. Su mirada era perdida. Encontró ese objeto, una especie de cruz, algo así como un denario. La tomó, la observo detenidamente, la acercó a su corazón y se preguntó: Podrá algún día llegar a su destino? O acaso el destino quiere que permanezca conmigo? Su mente esta vez no logró responder, su palpitante corazón tampoco. En el fondo, él quería poder entregársela, y de esa manera, poder contemplar una vez mas su radiante rostro, tal vez... por última vez. Suspiró, profundamente, y mirando el oscuro Firmamento le rogó a Dios por una segunda oportunidad. Dejó la cruz en el escritorio, una lágrima brotó de sus ojos, y comprendió entonces que los errores se pagan caro...